domingo, 24 de enero de 2021

¿Cómo es la mujer que amo?

Ante todo, tengo una relación que descarta de entrada esos claustros posesivos y celos destructivos, en la que ambos sintonizamos con la frase “no soy tuyo, ni tú eres mía, pero nuestro amor es de los dos”. Tanto tú como yo tenemos la confianza de salir cada uno con amistades, teniendo espacios que nos permiten extrañarnos, para después abrazarnos y besarnos con pasión, para contarnos todo sin miedo alguno.

No, no somos y jamás seremos de esas parejas que controlan, que piden reportes de ubicación, que se espían el celular, que se celan por likes, o que se creen con derecho a reproches de tipo "¡por qué estás conectado a esta hora!". Jamás hemos sido así, porque no es nuestra manera de entender amar a alguien, porque sabemos que sin confianza no vale la pena.


Nuestros pasados nunca son motivo de recriminar, pues entendemos que cada cosa que hemos vivido, o nos hizo felices, o nos golpeó y ayudó a ser lo que somos hoy, y que si cometimos errores y lastimamos a alguien en el camino de la vida, aprendimos la lección.


Tengo a mi lado a alguien con quien nos provocamos risas mutuas, hasta llegar a las carcajadas más locas. Entre risas y momentos mágicos nuestros ojos dicen en silencio, solo con la mirada: “como amo tu compañía, como te admiro por todo lo que eres”. Sí, soy sapiosexual, no puedo amar a una mujer si no la admiro; me tienes a tus pies porque aprendo siempre algo nuevo de ti, porque me ayudas a ser mejor persona cada día.


Tenemos esa maravillosa compatibilidad química que se detona tan solo con un beso, ambos sentimos cómo nuestros besos y caricias hacen explotar las ganas de comernos mutuamente, con locura y pasión desmedida, pero también con cariño y ternura; amarnos es un viaje único de placer descomunal, un vuelo compartido que nos envuelve en cuerpo y alma.


Sabes y sientes que cuando te digo que te amo, sale desde el fondo de mi ser, y que nunca lo diré por decirlo, sino porque realmente lo siento con toda mi alma. Y también siento lo mismo cuando tú me lo dices. No importa donde estamos para sentirnos plenamente felices, ambos disfrutamos de las cosas sencillas, desde la simplicidad de sentarnos sobre el auto a mirar las estrellas, o de bailar pegaditos en el living mientras escuchamos lentas.


Tú y yo caminamos de la mano, lado a lado, nunca uno por delante del otro, pasamos a través de la gente en paz, felices y plenos. Somos capaces de intercambiar nuestras diferencias aceptando que somos distintos, pero entendiéndonos desde el corazón.


Eres ese amor de emociones y convicciones, que me hace sentir que me revienta el corazón de felicidad cuando sé que te veré. Tú sabes que me basta con que me digas “tengo apenas cinco minutos, pero aun así ven a darme un beso".


Cuando tienes claro qué tipo de relación buscas, lo complejo es tan solo encontrar la compatibilidad y el balance.

No hay comentarios:

Publicar un comentario